Verba volant, scripta manent

03 noviembre 2006

Cuento de hadas



...y vivieron felices para siempre.

- ¡Ja! ¡Y yo me lo creo!

02 noviembre 2006

360º

Me asombro cada día más de cómo cambian las cosas en cuestión de minutos, de segundos.
Hace apenas unas horas yo hubiera sido capaz de hacer cualquier cosa, la cosa más grande del mundo la hubiera hecho, sin pensarlo, y ahora, sin embargo, me veo obligada a parar, a reflexionar sobre mi situación, a dejar de comerme el coco y a vivir mi vida sola, como desde hace mucho, pero ésta vez conscientemente.
Yo, que hubiera sido capaz de decir lo que más temo decir, me encontré con que también había algo que temía escuchar a toda costa. Lástima. Con lo decidida que estaba, con las horas de psicoanálisis que había tenido con mis mejores amigas, con la cantidad de lágrimas que había derramado...
Creo que me merecía tener la oportunidad de expresarme, de decir lo que sentía, y sin embargo no he podido, y no podré, porque he cambiado, a fuerza de golpes, el chip de mi cabeza.
Para mí es malo, claro que sí, odio el cambio con todas mis fuerzas, le odio como al que más, pero hay quien dice que es bueno, que ser tan estática me impedía crecer, cosa que por otra parte comparto. Pero no puedo dejar de pensar que algo de mí se va con ésta nueva Yo que ha nacido. No puedo dejar de pensar tal y como he pensado durante un año y pico, no puedo, simplemente porque es físicamente imposible.
Pero no me queda otra que girar 360º, no me queda otra. Creo que mi salud mental empieza a resentirse son tanto dolor gratuito (Patri dice que si me pagaran por sufrir todavía podría entenderme...) y encima involuntario. No hay culpa por parte de "la parte actora del daño" puesto que no hay intención de hacerlo, ni "dolo" tampoco, que dirían mis profesores de Derecho Civil. Tan sólo hay ignorancia de una situación que a mí misma me sobrepasa.
Quizá algún día tenga que dar las gracias a quien pronunció las palabras que me hicieron caer de la parra, pero, hoy por hoy, afirmo con la seguridad de un letrado ante un Tribunal que me bajo de la parra porque no me queda más remedio, porque no hay otra salida para mi estado mental, porque ya no aguanto más, pero no lo hago por puro convencimiento.