Mi querida veterinaria...
Mi querida veterinaria:
Tienes toda la razón del mundo. La verdad es que ese peliculón llamado Brokeback Mountain se merece un post, pero tengo que reconocer que todo este tiempo que ha pasado desde que la vimos me ha servido para hacer todo un estudio de la película... y de otras cosas.
Estoy pensando que una de las razones por las que ésto debe aparecer en mi pequeña "morada virtual" es por el buen rato que pasamos juntas, por todo lo que nos dijimos, por lo que no hizo falta decir, por lo que no hará falta que digas, porque despertaste en mí las ganas de ir a cierto sitio (que yo creía que no vendrían nunca)...
Ahora pasamos al tema que nos ocupa: una película de AMOR, con mayúsculas, de ese que crees que nunca podrá sucederte a tí. Lo cierto es que no pensé encontrar en ésta cinta un AMOR tan puro, tan de verdad. Así, en mi casa, y generalmente cuando no encuentro distracción alguna, me da por pensar que ojalá yo fuera capaz de sentir algo así por alguien. Quisiera amar por encima de todo y de todos, sin importar nada que no fuera mi AMOR por la persona amada. Por supuesto, no dejo de pensar que ojalá alguien me quisiese a mí de esa forma, anteponiéndolo todo... Ojalá.
Qué bonitas parecen, ahora más que nunca, las palabras de esa canción de Mecano, "Tú", que dice: tú me has hecho dimitir, y hoy YO se dice así: TÚ.
Amar contra viento y marea tiene que resultar terriblemente complicado, teniendo en cuenta que las personas somos extremadamente vulnerables, y que nos dejamos llevar por lo que digan los demás. Afortunadamente no me he encontrado nunca en esa situación, y rezo para que jamás me pase algo así... pero no puedo evitar pensar que quizá ante esa situación yo amaría más a mi persona especial, las dificultades quizá me hicieran más fuerte, quizá le valoraría más, vería si le amo de verdad, no me dejaría llevar por sensaciones que no van a ningún sitio...
Pero es tan difícil amar cuando una no ve más que obstáculos, cuando cree cerradas todas las puertas, cuando es una misma la que se encarga de cerrarlas, una por una, y con mucho cuidado para que no se vuelvan a abrir, porque cree que tiene una habitación perfecta que no debe ser tocada por ninguna brizna de aire que entre de la calle... No quiero imaginarme la desilusión cuando vea que esa habitación no era tal cosa, sino que era más bien un cuarto trastero donde eché, como en un saco, infinidad de emociones y sentimientos.
Hay quien dice, mi querida veterinaria, que esa habitación se parece más a una suite, y que por eso voy cerrando puertas, porque es valiosa y no debe estropearse. Adamás añaden, que si ahora parece una simple habitación, e incluso a veces un trastero, es porque cree que yo no la cuido, pero en cuanto lo sepa se volverá la mejor habitación del mundo.
Y hablando de cerrar puertas, yo me considero una persona de pocos cambios, clásica, adicta a lo ya establecido, no vaya a ser que lo nuevo sea peor que lo que ya conozco... Y sin embrago me he dado cuenta de que, en ciertos aspectos, hay algunos que me ganan. Me refiero al colectivo masculino heterosexual, que se niega en rotundo a acudir al cine a ver esta película, buena y bonita donde las haya. Quizá es porque les da miedo lo desconocido, les da miedo reconocer que puede haber algo bonito de una historia como esta, que ellos en su mayoría consideran hasta vergonzosa. Siento si hiero los sentimientos de algún hetero que me lea, pero, mi querida veterinaria, hablo con conocimiento de causa y respaldada por comentarios al respecto de mis conocidos.
Espero que algún día puedas ver mi habitación terminada, con luz entrando a raudales por las enormes ventanas que pienso colocarle, para darle alegría. Espero no tener que arrepentirme de haber cerrado tantas puertas porque el aire se haya enrarecido. Y espero que te guste cuando la veas, sinceramente, espero que te guste mucho.
Y otra cosa, quisiera que me invitaras a ver la tuya, que debe estar a punto de construirse, ¿no?.
Un beso de tu amiga,
Irvic.
- ¿Qué significa "domesticar"?
- Es una cosa demasiado olvidada - dijo el zorro -. Siginifica "crear lazos".
- ¿Crear lazos?
- Sí - dijo el zorro -. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para tí más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
- Empiezo a entender - dijo el principito -. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...
Tienes toda la razón del mundo. La verdad es que ese peliculón llamado Brokeback Mountain se merece un post, pero tengo que reconocer que todo este tiempo que ha pasado desde que la vimos me ha servido para hacer todo un estudio de la película... y de otras cosas.
Estoy pensando que una de las razones por las que ésto debe aparecer en mi pequeña "morada virtual" es por el buen rato que pasamos juntas, por todo lo que nos dijimos, por lo que no hizo falta decir, por lo que no hará falta que digas, porque despertaste en mí las ganas de ir a cierto sitio (que yo creía que no vendrían nunca)...
Ahora pasamos al tema que nos ocupa: una película de AMOR, con mayúsculas, de ese que crees que nunca podrá sucederte a tí. Lo cierto es que no pensé encontrar en ésta cinta un AMOR tan puro, tan de verdad. Así, en mi casa, y generalmente cuando no encuentro distracción alguna, me da por pensar que ojalá yo fuera capaz de sentir algo así por alguien. Quisiera amar por encima de todo y de todos, sin importar nada que no fuera mi AMOR por la persona amada. Por supuesto, no dejo de pensar que ojalá alguien me quisiese a mí de esa forma, anteponiéndolo todo... Ojalá.
Qué bonitas parecen, ahora más que nunca, las palabras de esa canción de Mecano, "Tú", que dice: tú me has hecho dimitir, y hoy YO se dice así: TÚ.
Amar contra viento y marea tiene que resultar terriblemente complicado, teniendo en cuenta que las personas somos extremadamente vulnerables, y que nos dejamos llevar por lo que digan los demás. Afortunadamente no me he encontrado nunca en esa situación, y rezo para que jamás me pase algo así... pero no puedo evitar pensar que quizá ante esa situación yo amaría más a mi persona especial, las dificultades quizá me hicieran más fuerte, quizá le valoraría más, vería si le amo de verdad, no me dejaría llevar por sensaciones que no van a ningún sitio...
Pero es tan difícil amar cuando una no ve más que obstáculos, cuando cree cerradas todas las puertas, cuando es una misma la que se encarga de cerrarlas, una por una, y con mucho cuidado para que no se vuelvan a abrir, porque cree que tiene una habitación perfecta que no debe ser tocada por ninguna brizna de aire que entre de la calle... No quiero imaginarme la desilusión cuando vea que esa habitación no era tal cosa, sino que era más bien un cuarto trastero donde eché, como en un saco, infinidad de emociones y sentimientos.
Hay quien dice, mi querida veterinaria, que esa habitación se parece más a una suite, y que por eso voy cerrando puertas, porque es valiosa y no debe estropearse. Adamás añaden, que si ahora parece una simple habitación, e incluso a veces un trastero, es porque cree que yo no la cuido, pero en cuanto lo sepa se volverá la mejor habitación del mundo.
Y hablando de cerrar puertas, yo me considero una persona de pocos cambios, clásica, adicta a lo ya establecido, no vaya a ser que lo nuevo sea peor que lo que ya conozco... Y sin embrago me he dado cuenta de que, en ciertos aspectos, hay algunos que me ganan. Me refiero al colectivo masculino heterosexual, que se niega en rotundo a acudir al cine a ver esta película, buena y bonita donde las haya. Quizá es porque les da miedo lo desconocido, les da miedo reconocer que puede haber algo bonito de una historia como esta, que ellos en su mayoría consideran hasta vergonzosa. Siento si hiero los sentimientos de algún hetero que me lea, pero, mi querida veterinaria, hablo con conocimiento de causa y respaldada por comentarios al respecto de mis conocidos.
Espero que algún día puedas ver mi habitación terminada, con luz entrando a raudales por las enormes ventanas que pienso colocarle, para darle alegría. Espero no tener que arrepentirme de haber cerrado tantas puertas porque el aire se haya enrarecido. Y espero que te guste cuando la veas, sinceramente, espero que te guste mucho.
Y otra cosa, quisiera que me invitaras a ver la tuya, que debe estar a punto de construirse, ¿no?.
Un beso de tu amiga,
Irvic.
- ¿Qué significa "domesticar"?
- Es una cosa demasiado olvidada - dijo el zorro -. Siginifica "crear lazos".
- ¿Crear lazos?
- Sí - dijo el zorro -. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para tí más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
- Empiezo a entender - dijo el principito -. Hay una flor... Creo que me ha domesticado...